domingo, 1 de mayo de 2011

El porqué

Hace un año me sorprendió una conclusión al escribir sobre la huella ecológica en Ecuador . Por 1960, el país tenía una biocapacidad -habilidad de un territorio para abastecerse de recursos y absorber los desechos- cinco veces superior a su huella ecológica -medida de tierra y agua que necesita para lograr estas dos funciones-. En 2006, la biocapacidad por persona del Ecuador era apenas 1,21 veces superior a su huella.

Fuente: A Big Foot on a Small Planet?

Lo preocupante es que una de las causas sería el aumento de la población: los ecuatorianos nos triplicamos. Hoy en día superamos los 14 millones. En esa época éramos apenas 4 millones. Es decir, un mismo espacio nos abastece a más personas: más comida, más vivienda y más basura.

Estos es visible cuando se constata que mientras la huella global de Ecuador se multiplicó por cuatro, la huella personal ni siquiera se duplicó.

Fuente: A Big Foot on a Small Planet?

Lo interesante es que, si la causa es el aumento de la población y sus cambios de hábitos, cada uno tenemos la capacidad de actuar en nuestras manos.

De nada sirve un diagnóstico si no se determina un tratamiento. Así que ahora quiero analizar cómo se puede reducir la huella ecológica en el día a día, cuánto tiempo nos toma, cuánto dinero nos cuesta o ahora... Y decidí hacerlo vivencialmente.

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