domingo, 5 de junio de 2011

Focos ahorradores: obra, vida y muerte


La iluminación es una de las categorías que establece el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable para medir los usos finales de la energía eléctrica. Según cálculos previos, es en lo que menos energía gasto: 6% del consumo total, incluso por debajo del promedio del estrato 5 (16%) y del promedio para Quito (13%). ¿Es posible ahorrar más? ¿Cuánto dinero costaría/ahorraría?

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec), 86% de los hogares ecuatorianos tiene prácticas de ahorro de energía. En Pichincha, la provincia en la que vivo, llega al 90%.


Fuente: Estudio Hábitos Ambientales de los Hogares Ecuatorianos, INEC, 2010

En mi casa, además de focos ahorradores, tenemos dimmers, para regular la intensidad de la luz, y sensores que prenden la lámpara solo cuando hay movimiento.

En Ecuador, el uso de focos ahorradores (fluorescentes) es una política de Estado que busca una compensación “a los incrementos de consumo por la cocción, duchas y calefones”. Entre sus ventajas están que utilizan la quinta parte de energía que requieren los convencionales y que duran alrededor de ocho veces más que estos.

El Estado espera ahorrar $104 millones anuales gracias al reemplazo de 16 millones de focos incandescentes: 50% de 60 watt y 50% de 100 watt, a partir del año 2008. En energía estima una reducción anual de 27 millones de kWh.

Fuente: Indicadores del Conelec ¿Se ve este el 4% de ahorro esperado en los últimos 3 años? El continuo incremento de la demanda de energía impediría visibilizarlo

La importación de 6 millones de unidades, procedentes de China, costó $6,6 millones. Venezuela donó 5,5 millones de focos y 4,5 millones restantes se adquirieron a empresas nacionales. Este plan calificó como un Proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio, una herramienta de las Naciones Unidas para reducir los gases de efectos invernadero.

Según el Inec, 84% de los hogares usa focos ahorradores, con un promedio de cuatro unidades por hogar.

Fuente: Estudio Hábitos Ambientales de los Hogares Ecuatorianos, INEC, 2010

Estos focos se entregaron gratuitamente en los sectores que consumen menos 300 kWh al mes, que representaban en 2006 el 88% de abonados. Una inspección rápida en un supermercado, muestra que actualmente es difícil acceder a focos incandescentes (solo hay pequeños para hornos y cocinas), salvo que se vaya a lugares más especializados.

En mi casa, 56% de los focos son incandescentes; 29%, ahorradores; 10%, dicroicos y 5%, neón. ¿Razones por las que no se ha cambiado todo a ahorradores? Varias. Algunos focos incandescentes aún funcionan. Puede ser impresión, pero los ahorradores no dan la misma luz cuando se quiere leer. Y algunas lámparas no tienen un diseño que permita usar focos ahorradores (aunque oí que ya existen en forma de gota en almacenes especializados).

En mi control directo, tengo siete focos: cuatro en el cuarto y tres en el baño. De estos, tres son ahorradores.

En mi casa, diez focos incandescentes más podrían reemplazarse por ahorradores; para el resto habría que comprar otras lámparas. Yo podría cambiar dos en mi cuarto y uno en el baño. Esto tendría un costo promedio de $6,5, según precios de supermercado. ¿Qué ahorro de energía y dinero implicaría?

Cálculos oficiales indican que, por cada foco sustituido, el consumo baja 146 kWh/año, con un ahorro anual de $6,5 dólares por cada unidad. Pero, según mis cálculos, en mi rutina no sería así.

De las 11 horas al día que requiero iluminación, la mitad (5,9 kWh mes) corresponde a mi casa, que es donde tengo algo de control. Con el cambio de los tres focos incandescentes podría ahorrar 4,72 kWh ($0.33, a $0,07 por kWh) al mes. Este ahorro, por las 8.000 horas (8 años) que dura en promedio cada unidad, llega a 453 kWh ($32). Menos la inversión, quedan $25,5 en ocho años ($3,18 al año), considerando los tres focos. Esto, aproximadamente, pues tendría que retirar el dimmer de mi cuarto, ya que este sería incompatible con el foco ahorrador, según las indicaciones del empaque.

Cambiar los otros siete focos en mi casa tendría un costo promedio de $15. Calculando con una rutina similar a la anterior, el ahorro anual bordea los $7,43, ya restada la inversión, y los 132 kWh.

Así que lo máximo que podría aspirar a ahorrar de energía eléctrica en iluminación es 16 kWh al mes. ¿Se logrará ver este impacto en las planillas?

PD: Los fotos ahorradores contienen mercurio, por lo que se deben tomar algunas precauciones al desecharlos (o cuando se rompen): Evitar la inhalación o el contacto con la piel. Colocarlo en una bolsa. El Municipio de Quito reconoce como gestor autorizado de focos ahorradores a la empresa Cadeproduc (099001850).

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